En una chacra se crió entre los cardos maduró y desde niño en sus oídos melodías cobijó. Labró la tierra y estudió honró a sus padres y a su Dios pero la música en sus venas germinó una gran pasión Y desde entonces su guitarra, sus canciones y su voz son la cosecha de la historia que sembró. Es un artista que regala su amor en cada baile y cada aparecer del sol con alegría, ritmo y emoción Todos se admiran de su gran dedicación Se entrega entero y vuela en cada actuación porque ya sabe que se bajará el telón Y al terminar la fiesta volverá otra vez la soledad pero se llevará en su alma los aplausos que le dan como un tesoro incalculable que muy pocos han hallado. Con sus valores acuñó una familia y profesión luchando siempre por brindarles su cariño y su labor. Un ejemplar trabajador de chacarero a profesor supo enseñarnos el dialecto de la risa y el dolor con aires de alemán del Wolga que persigue una ilusión Lleva en su sangre los recuerdos de un Adiós.